Reseñas atrasadas 1

Llevo un montón de reseñas de retraso, tantas que me da hasta miedo ponerme a ello, pero más tarde o más temprano me tenía que tocar, así que vamos a empezar. Aunque sea poquito a poco, ahí van tres. Mañana más.

El traje del muerto
Joe Hill
496 pags, 2007, edición del 2008, Punto de Lectura

Jude, una estrella del rock ya entrada en años, vive plácidamente en su rancho con su amante veinteañera y su extraña colección de objetos morbosos. Un día su asistente le dice que ha encontrado en internet un objeto interesante para su colección: un fantasma. Jude compra el objeto, y cuando le llega resulta ser un viejo traje negro. Lo que Jude no sabe es que ese anuncio estaba preparado sólo para él y que acaba de cometer el peor error de su vida.

OPINION: Me gustaba el autor, y al final me acabó gustando el libro, aunque tengo que reconocer que el principio es un poco flojo. Hay que leer varios capítulos para que enganche, para llegar a empatizar como es debido con los personajes y que te preocupe seriamente lo que les ocurra. Y les ocurren cosas horribles. El libro está lleno de referencias a la cultura popular, sobre todo a la música, igual que el anterior que leí de este mismo autor, Cuernos. Creo que es una característica muy suya, he leído un par de cosas más y siempre acaba metiendo alguna referencia a la música o a la cultura popular en sus novelas. También encuentro muy interesante su visión de lo sobrenatural. Es peculiar, onírica, orgánica sin llegar al nivel de Clive Barker.

Puck, de la colina Pook
Rudyard Kippling
270 pags, 1906, edición del 1981, Club joven Bruguera.

La víspera del solsticio de verano los niños Dan y Una recitan trozos de "El sueño de una noche de verano" de Shakespeare sobre la colina de Pook, cerca de su casa, invocando sin saberlo al duende Puck, el último de la gente de las colinas que queda en toda Inglaterra. Día tras día Puck va a buscarles para contarles retazos de la historia y de la magia de la vieja Inglaterra, sólo o acompañado por sus protagonistas. 

OPINION: Es uno de los primeros libros de mi vida, seguramente el que más veces habré leído junto con La Isla del Tesoro y La Historia Interminable. Lo he vuelto a releer porque hace poco me enteré de que tenía una segunda parte, que encontré en una librería de viejo y estoy leyendo ahora mismo. Es un libro maravilloso, para niños, de cuando a los niños no se los tomaba por tontos. Habla de la historia de Inglaterra, de la batalla de Hastings, de sajones, normandos y escandinavos, de pictos, de romanos, del Muro de Adriano, de constructores y contrabandistas, de la Carta Magna, y también de duendes y de magia. Mi padre compró este libro cuando yo todavía estaba aprendiendo a leer, supongo que para mí, pero también para él, y me lo dió tan pronto como demostré ser capaz de leer libros que no tenían más de una ilustración por capítulo. Supongo que siendo adulto este tipo de cosas no impactan del mismo modo, pero creo firmemente que lo que soy ahora, lo que pienso y lo que me gusta le debe mucho a este libro, ya otros parecidos.



Cuando Dios aprieta, ahoga pero bien
Guillermo Fesser
288 pags, 1998, edición del 2001, Temas de Hoy.

Memorias de Cándida, la asistenta del autor, una mujer sencilla con una forma de ver la vida y de expresarse muy particular.

OPINION: Primero de todo, las aclaraciones. Cándida es la asistenta de Guillermo Fesser de toda la vida, una mujer sencilla que ha tenido una vida muy dura, y si estas memorias estuvieran escritas desde un punto de vista objetivo, serían un drama de proporciones épicas. Pero no es así. El libro lo ha escrito Guillermo Fesser imitando la forma de hablar y de expresarse de ella, en base a las historias que Cándida le ha ido contando a lo largo de los años. Y por eso es, en cierto modo, una comedia. Porque Cándida dice las cosas a su manera. Podéis oírla hablar en cualquiera de las colaboraciones que hizo en el programa de radio de Gomaespuma, como crítico de cine, para entender de qué estoy hablando. Es un poco sorda, entiende las cosas como quiere y las transmite como le da la gana, y resulta muy divertido y agradable de leer. Aunque si lo piensas fríamente, lo que estás leyendo es una tragedia.

Mis sobrinetes

Estos son Jose y Sara, mis sobrinillos. Se llevan 8 años, el niño ya es un tiarrón de 14. La foto de referencia es de este invierno, tampoco han cambiado mucho. El retrato lo empecé hace tiempo, pero lo acabé justo ayer, así que mira, aprovecho y actualizo el blog.

Grumpy Athos

Sí, lo sé, llevo meses sin actualizar. Sorry. He estado dibujando cosas, ya las pondré, para un proyecto que tengo con mi prima, pero de momento vuelvo al blog con un boceto de los clásicos, del cuaderno que tengo reservado para este proyecto al que tan fiel (ejem) soy.


A mi de toda la vida me han gustado los mosqueteros. No es como Sherlock Holmes, al que tengo veneración, sino más bien una simpatía tontorrona que hace que por mala que sea la adaptación que saquen, acabo viéndola. Y mira que las hay malas. Esta última, la de la BBC, es mejor que muchas. Que no es mucho decir. Como mínimo, es entretenida. Así que aqui pongo un dibujete a mi estilo de Athos, mi mosquetero favorito de toda la vida, que en esta adaptación tiene toda la cara de Tard, el grumpy cat. No me digáis que no, con esos ojos azules tan separados, así tristones, el ceño fruncido, la cara redonda, la barbilla así p'afuera, la nariz anchota, la boca p'abajo... Hasta esa cicatriz que tiene en el labio superior hace que parezca que tiene morros de gato. Yo le veo así de fondo en una escena de la serie, y es que veo al gato diciendo NO.

Al lado he dibujado al gato (des)aprobando el dibujo, para que veáis el parecido.